Aunque ya hace un tiempo del Fonsado 2023, me gustaría compartir con todos vosotros y vosotras cómo viví el Fonsado de este año.
La verdad es que fue una experiencia muy chula que vi nacer desde el principio. Es curioso que pasó exactamente igual de cómo lo imaginé (durante una tarde helada de invierno en Granada, cuando escribí el boceto de las actividades en un sencillo Word). Tenía muy claras dos cosas: que había que dedicar mucho tiempo a hacer piña entre las socias y los socios de SIAH y que las pruebas tenían que ser lo más históricas posibles. Creo que ambas cosas se cumplieron.
También hubo un componente sentimental importante: había ido a Can Oliver muchas veces cuando estaba con un grupo de tiro prehistórico, por lo que fue como volver a pisar un lugar de tu infancia. Ni tan mal.
Sí que es verdad que en algún momento nos íbamos a tostar a pleno sol (para la próxima hay que poner algún toldo o similar, lección aprendida) pero me lo pasé muy bien en todas las pruebas y la organización funcionó como un reloj suizo. Hay que agradecer a los Falcons que se dejaron las plumas para que el evento fuera posible, ¡os mando un abrazo virtual!
No voy a entrar en detalles en que si tal prueba fue así o asá, seguro que otro arquero o arquera lo puede resumir mejor que yo, pero sí quiero hacer hincapié en el buen ambiente que hubo en todo momento. Una sensación de hermandad y buen rollo que es buena para la salud y que creo que compartimos en todo momento.
Ese, creo, es el espíritu de SIAH: buena gente compartiendo su afición con sencillez, humildad e hidromiel.
¿Creéis que me dejo algo? ¿Os gustaría añadir algo más?
¡Os leo!